Reconocimiento a los que cuidan la vida
Trabajar como enfermero en una unidad de cuidados intensivos es un reto que muy pocos son capaces de asumir con calidad.
Dentro de una jornada laboral en UCI es posible pasar la guardia al cuidado de la vida de varias personas totalmente dependientes por la acción de los medicamentos o la complejidad de su patología y hay una alta probabilidad de que esa persona enferma nunca identifique el rostro de su cuidador por el atuendo de bio protección, que fallezca, sea trasladada o dada de alta durante otro turno y es posible que el equipo de salud nunca reciba por lo menos las gracias de ella o de su familia.
La hostilidad que emana del ser humano cuando es institucionalizado por varios días hacia el personal de enfermería en UCI puede llegar a ser motivo de sentimientos negativos y afectaciones en la salud mental del talento humano en el área asistencial.
El Síndrome de Cushing es una enfermedad crónica asociada a una alteración de la hormona cortisol por una alta concentración de la misma debido a una producción en exceso de las glándulas suprarrenales. Su etiología debe ser estudiada porque es multifactorial, su diagnóstico amerita diferentes medios de diagnóstico, las consecuencias para un ser humano pueden acarrear lesiones físicas y psicológicas complejas y el tratamiento suele consistir en opciones quirúrgicas, radiológicas o farmacológicas, haciéndola un problema de salud con necesidades de abordaje multidisciplinar.
Esta carta titulada “la vida es una rosa” fue entregada por una mujer con el síndrome el día de su egreso de la clínica para su hogar y en respuesta la administración decidió exhibirla a la entrada de los funcionarios. Ambos gestos tanto el de la usuaria y el de la dirección institucional fue recibido en el corazón de todos los que allí trabamos.
Enfermería presenta los índices más altos de suicidio y de enfermedad mental dentro de las profesiones afines al área de la salud, esto asociado a que representan el mayor número de talento humano en un centro asistencial y porque las condiciones laborales están relacionadas a salarios devaluados, inequidad en la relación, enfermero/paciente por falta de una política que regule el límite de la carga laboral en las instituciones del país. En consecuencia, existe una alta percepción de estrés, subvaloración del papel de enfermería en la sociedad, jornadas laborales extendidas o la necesidad de recurrir a dos o más contratos laborales por diferentes razones, lo que causa el fraccionamiento de la vida personal y familiar de las/los enfermer@s.
Agradezco a todas aquellas personas que a pesar de su sufrimiento en la cama de un hospital se toman el tiempo de expresar su gratitud a quienes escogieron el servicio a los demás como la fuente de su sustento. Es muy corriente encontrar a diario personas y familiares que arrojan su frustración por la enfermedad contra quienes pertenecemos a esta línea blanca de la sociedad, así como también es frecuente que en las clínicas y hospitales con el modelo de negocio actual del sistema de salud colombiano predomine una atmosfera punitiva con los equipos sanitario, por lo que invito a todos los agentes involucrados en la interacción de salud-enfermedad a seguir incentivando la materialización de acciones tangibles e intangibles encaminadas a mejorar la atmosfera terapéutica dentro de las paredes blancas, reconociendo que para curar a un ser humano enfermo es necesario que sea atendido por una persona y un sistema de salud sano.
